LA INSÓLITA HISTORIA DE NONIE DARWISH ** Por Egon Friedler ** La República
Los años 1951-56 fueron un infierno para los habitantes del Sur de Israel. Unos 400 israelíes murieron como resultado de ataques terroristas realizados por efectivos egipcios que operaban desde Gaza. Al frente de esos operativos se encontraba un teniente coronel, llamado Mustafá Hafez enviado para desempeñar esa misión por Gamal Abdel Nasser, el todopoderoso líder egipcio de entonces, que de este modo pretendía vengarse de la derrota de su ejército en la guerra de 1948 y al mismo tiempo demostrar a todo el mundo árabe que no permitiría vivir en paz al estado judío.
Pero esa guerra de guerrillas tuvo un abrupto fin el 11 de julio de 1956. Ese día Mustafá Hafez murió al estallar una bomba oculta en un libro que logró hacer llegar a sus manos el Mossad, el Servicio de Inteligencia israelí. Un destino similar tuvo Salah Mustafá, el agregado militar egipcio en Ammán, quien desempeñaba una función paralela a la Hafez desde Jordania.
Nasser proclamó a Mustafá Hafez, “shahid” o sea mártir de la causa árabe y exhortó a los cinco hijos del militar muerto a vengar a su padre. Pero ni Nasser ni su jefe terrorista asesinado podían haber previsto que una de las hijas de éste último no solo se convertiría en una partidaria ferviente de la paz con Israel, sino también en una dura crítica del Islam radical y el belicismo árabe.
Nonie Darwish, nacida en El Cairo en 1948, tenía ocho años cuando fue muerto su padre y la familia dejó Gaza para volver a la capital egipcia. Allí Nonie estudió en un instituto católico y después en la Universidad Americana donde se licenció en sociología y en antropología. Darwish comentó muchas veces que su madre, viuda con cinco hijos, era insultada en la calle por haberse comprado un coche y conducirlo. Su actitud crítica hacia la sociedad árabe se manifestó por primera vez cuando oyó insultos contra el cristianismo en los altavoces de una mezquita y sintió vergüenza ante un amigo cristiano.
Años más tarde escribió : “Para la mente occidental, es difícil imaginar que uno pueda ir a una iglesia o una sinagoga y oír a predicadores, maldiciendo, amenazando o incitando a la violencia a grupos enteros de personas. Como esto no tiene sentido en Occidente, ellos suelen aceptar el argumento de que esos predicadores son solo una pequeña minoría, un culto o una secta extremista, del tipo de Jim Jones. Pero ese argumento es deshonesto, porque la propaganda de odio es la regla y no la excepción en la prédica musulmana…… Nunca debemos subestimar el poder de la propaganda de odio, simplemente porque es eficaz. Créanlo o no, si uno crece oyendo “sagradas” maldiciones todos los días, lo acepta como algo normal, justificado y hasta positivo. El mal, cuando proviene de líderes religiosos, es algo muy poderoso, especialmente si nadie se le opone”
Nonie trabajó durante algunos años como editora y traductora en la Agencia de Noticias de Oriente Medio, luego se casó y en 1978 emigró a los Estados Unidos con su marido. Al poco de llegar a ese país, ingresó a una Iglesia evangélica y abandonó el Islam, lo que la convirtió en una “apóstata”. Pero su militancia contra el Islam radical solo comenzó después de los atentados del 11 de setiembre de 2001. Respecto a ese acontecimiento traumático para los Estados Unidos y para el mundo, escribió: “Cuando vi el segundo avión impactar en la otra torre, pensé la “Jihad” ha llegado a América. Mohammed Atta. era de El Cairo, mi ciudad natal. Llamé a varios amigos míos de El Cairo ese mismo día, pero todos ellos lo negaban y me preguntaban: ¿Cómo te atreves a decir que esto es obra de musulmanes? ¿Acaso no sabes que esto es una conspiración judía? No. No eran radicales, eran egipcios comunes y corrientes, que entre otras cosas son gente muy amable. Colgué el teléfono y me sentí muy sola y desconectada de mi cultura de origen. Una vez más, mi pueblo estaba acusando a los judíos, por algo que, y era por todos bien sabido, los árabes habían hecho”
Con el fin de reivindicar una posición árabe tolerante y abierta al diálogo creó en el 2004 la organización “Árabes por Israel” entre cuyos principios señaló los siguientes : “Podemos apoyar a Israel y al mismo tiempo al pueblo palestino. Ambas actitudes no se contradicen. Hay muchos judíos que expresan libremente compasión y apoyo por los palestinos. Nosotros, los árabes debemos expresar una compasión y apoyo similar a los israelíes”.
Nonie Darwish ha escrito tres libros, ha dado conferencias en numerosas universidades norteamericanas, en muchas de las cuales ha debido sufrir varias cancelaciones de último momento debido a la presión de grupos islamistas radicales. Del mismo modo, las amenazas de muerte se convirtieron casi en una rutina. Pero esta mujer valiente no se deja vencer. Como Taslima Nasrin, Ayaan Hirsi Ali, Wafa Sultan y Shirin Ebadi no ceja en su lucha por defender la modernidad contra los embates reaccionarios del Islam xenófobo y violento. No es casual que algunos de sus muchos enemigos pretendieron insultarla señalándola como “la mujer más odiada en el mundo árabe”.