23 de diciembre, 2009
Discurso del Primer Ministro Benjamin Netanyahu en la Sesión Especial de la Knesset
Extractos
Las amenazas que Israel enfrenta
Quisiera tratar los principios, en Relaciones Exteriores y Defensa, que guían nuestras acciones.
Hoy enfrentamos tres principales amenazas:
- la amenaza nuclear,
- la amenaza misilística
- y -lo que llamo- la amenaza Goldstone.
Todas están pendientes para ser reanudadas y poder, entonces, acelerar el proceso de paz con los palestinos, con el objetivo de alcanzar un acuerdo. Esas son nuestras tareas principales.
Deseo discutir cada una, de modo breve, y, luego, decir unas pocas palabras a la oposición.
Amenaza Nuclear
2009 finaliza en una semana y nos encontramos comprometidos en el diálogo con nuestros numerosos amigos de la comunidad internacional sobre lo que está ocurriendo en Irán. Ahora, la gente mira a Irán de manera diferente, debido a la secuencia de los recientes acontecimientos, comenzado con las elecciones (tal vez antes), cuando el presidente iraní dejó en claro sus objetivos y la instalación nuclear secreta en Qom. Todas esas cuestiones llevaron a una creciente deslegitimación del régimen iraní, sobre su deseo de desarrollar armas nucleares y de su objetivo declarado de borrar a Israel del mapa.
Esa es la razón por la cual hay, ahora, la posibilidad para que, la comunidad internacional, imponga duras sanciones contra Irán. Estamos trabajando fuerte para lograr ese objetivo; no todo puede ser revelado, pero poniendo máximo empeño, en el ámbito internacional, para asegurar que se impongan duras sanciones sobre Irán. El tiempo dirá si serán suficientes para frenar el programa nuclear iraní, pero son críticas e, incluso, condición esencial.
Según mi cálculo, las decisiones se tomarán a comienzos de 2010 (pienso que, por parte de Naciones Unidas, será en febrero). No puedo decir cual será el resultado. Sólo puedo afirmar que, todos los Miembros de la Knesset, están unidos en torno a este tema. Estamos realizando el mayor esfuerzo para garantizar un resultado positivo. Pero, por supuesto, la decisión –en última instancia- será tomada por los miembros del Consejo de Seguridad donde, incluso, un solo miembro puede mover la balanza hacia el camino equivocado.
Amenaza Misilística
La amenaza de misiles y morteros se intensifica. Estamos trabajando para desarrollar una solución, y proteger a los que viven en la línea de fuego. Trabajamos, en conjunto, con EEUU en cantidad de proyectos (algunos conocidos, en especial, a los miembros de Asuntos Exteriores y del Comité de Seguridad, así como otros planes más). Pero mi gobierno adoptó una política muy simple; no toleraremos ningún goteo ni llovizna de misiles que, luego, se convierta en una lluvia y, entonces, en tormenta hecha y derecha.
Todo cilindro metálico disparado, cargado con TNT, aun si aterriza en un campo abierto (que, por fortuna y hasta el momento, fue el caso), tendrá una respuesta (tal vez no al minuto o a la hora, pero vendrá, con rapidez, y podría ser bastante dolorosa).
“Amenaza Goldstone”
Por último, Goldstone se convirtió en un código para un fenómeno más amplio: el intento de negar la legitimidad de nuestro derecho a la auto-defensa. No comenzó ahora. La campaña internacional contra Israel continuó desde la Conferencia de Durban (2000) y desde el 2003, en el intento de condenar el cerco de seguridad que protegió a los niños israelíes, situación que se condenó en La Haya.
Conozco a un joven que trató de explicar el rol de su “horrible” valla a un crítico. Dijo: “Había, en mi clase, una chica que no vino a la escuela un día. Fui a buscarla pero no tuve suerte. Más tarde, supe que resultó asesinada en un autobús, en manos de un suicida que cruzó la frontera en un punto en el cual, hoy, sería imposible cruzar por la valla”.
La valla no finalizó aun. Pero, en 2003, antecedió a La Haya. Israel construyó un cerco- sólo una pequeña sección fue un verdadero muro- y fue llevado ante La Haya para responder por este terrible crimen internacional. Luego, en 2005, el General Doron Almog ni siquiera pudo viajar a Londres porque corría el riesgo de ser arrestado por crímenes de guerra. Esto fue en 2005, antes de la segunda Guerra de Líbano (2006) y la Operación Plomo Fundido (2008), de las que hablaré en un minuto. Aquí tenemos un problema real.
Ehud Olmert habló en varios campus de EEUU y fue denunciado como criminal de guerra. Al Ministro de Defensa Ehud Barak quieren arrestarlo en Londres. Y hay una orden judicial contra Tzipi Livni, líder de la oposición. Esa es la secuencia. Todos conocen la verdad en sus corazones. Esta es una ofensiva total no sólo contra un gobierno israelí u otro. Y estamos tomando medidas para confrontarla.
Algunas de las cuestiones más problemáticas derivan de nuestro genuino y justo conflicto por defendernos contra una nueva forma de hacer la guerra: los terroristas que nos atacan mientras se esconden detrás de sus propios civiles. Eso requiere una formidable cohesión interna.
Cuestión Palestina
Eso me lleva a la cuestión palestina, tan definida como el tema Goldstone. Expliqué con detalles dos principios que, casi todos en la Knesset, pueden reunir: el primero es la demanda que, el Estado de Israel, sea reconocido como Estado judío (eso incluye renunciar a cualquier reclamo de un derecho al retorno- codificado para la destrucción del Estado de Israel y un fin a todos los demás reclamos lo que garantizará que la paz sea genuina y no sólo una táctica para continuar luchando). El segundo principio- que se presenta con nuestro reconocimiento del deseo palestino como Estado propio- es una demanda para una completa desmilitarización, de manera que las cosas no vuelvan al punto donde estaban. La total desmilitarización no es un pedazo de papel. No es solo un acuerdo. Y no es solo relativa a alguna resolución del Consejo de Seguridad. Nuestro problema es que nos estaremos retirando del territorio y el vacío será llenado, de inmediato, por Irán o sus apoderados, o por armas iraníes y sirias.
Nuestro problema no es Hezbollah o nuestra frontera con Líbano. Es la frontera entre Siria y Líbano. De allí es de donde provienen las armas. Y nuestra situación con Hamas no es un límite o una costura entre Israel y Gaza. Son los 12 kilómetros (entre Gaza y Egipto) porque, otra vez, desde allí es de donde provienen las armas. Esa es la razón por la cual el problema de la desmilitarización es un problema real, no solo un papel. Se hablará sobre la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad o alguna clase de acuerdo multi-lateral. Pero Gaza probó que eso es, en verdad, un serio problema porque, la mayor parte de las armas, no son manufacturadas en Gaza sino que son importadas. Al menos, las efectivas. Y están consiguiendo armas cada vez más efectivas razón por la cual necesitamos una solución real para garantizar la desmilitarización.
Sé cuáles son las mínimas condiciones y las discutiremos cuando llegue el momento, pero debemos insistir en algo más que palabras. No podemos hablar de una solución sin hablar acerca de dos cosas, reconocimiento y desmilitarización, como premisas fundamentales. Lo que dije en la Universidad de Bar Ilan, y en otras ocasiones, representa un amplio consenso que tiene que ser forjado y nos dará gran fortaleza.
Pero no nos conformamos con meras declaraciones. Las palabras son importantes pero las acciones lo son más aun. Dijimos lo que teníamos que decir pero, también, tomamos acción. El miembro de la Knesset Sarsur dijo que la primera cosa que hicimos fue “prometer que Judea y Samaria serían un paraíso”. Bien, no prometí que fueran un paraíso, pero sí me comprometí a su prosperidad económica. Hamas convirtió a Gaza en un infierno en la Tierra, pero Judea y Samaria pueden ser transformadas, tal vez no en un paraíso, pero si en una de las economías más prósperas del mundo (en términos absolutos y no solo en tasas de crecimiento relativas). ¿Cómo? ¿Por qué la economía palestina, en el medio económico global actual, experimenta un crecimiento del 7%, 8%, 9% o, tal vez, mayor? ¿Cuánto podría haber crecido si no hubiésemos quitado aquellos puestos de control y barreras?
Sabemos, todos sabemos, que hay más trabajo por delante.
E hicimos algo más. Desde el primer día les dijimos a los palestinos, a los americanos, a los europeos, a los rusos y al mundo entero que las negociaciones tienen que comenzar de inmediato. Desde el día número uno. Pienso que un llamado se realizó desde aquí, en el podio de la Knesset, a la Autoridad Palestina. Y nos quedaríamos cortos en decir que nunca recibimos respuesta alguna.
Hace poco adoptamos otras medidas. La Secretaria de Estado norteamericana dijo que eran medidas sin precedentes. Es verdad. Pero en sus corazones, todos saben la verdad desde siempre: demostramos un deseo real (reflejo del deseo unificado de todo el pueblo) de volver a impulsar las negociaciones de paz. Y les diré que, a pesar que no todos acuerden, tenemos un deseo real de completar esas negociaciones basadas en los principios de los que hablé.
¿Qué recibimos del otro lado? El Informe Goldstone, quejas sobre la construcción en Gilo y toda clase de precondiciones inauditas e injustificadas. Permítanme decirles de dónde proviene todo eso; de las expectativas que, este Gobierno, pudiera ser tildado y culpado de todo.
A pesar de esos hechos que compartimos y que saben son verdad y de la creencia que el conflicto y la crítica pueden ocupar el lugar de un acuerdo completo que, en verdad, necesitamos.
Cidipal 70